jueves, 23 de febrero de 2012

Cabeza moderna / Corazón patriarcal

Cabeza moderna / Corazón patriarcal es a la vez: un título, una interpretación de lo que acontece hoy entre hombres y mujeres, y un diagnóstico social de género. «Desajustes, paradojas, tensiones, todo ello caracteriza en la actualidad la constitución de los géneros y sus relaciones», ha escrito la filósofa C. Amorós en el prólogo de esta obra. «Qué acertado es, pues, el título (y contenido) de este libro», concluye.
Vivimos en una especie de esquizofrenia social: sociedades con altas dosis de racionalidad (tecnológica, por ejemplo) y, sin embargo, con prácticas irracionales por razón de género. Hechos y usos sociales que evidencian esta tensión: cabezas modernas que contradictoriamente viven ancladas a un corazón patriarcal. En suma, la obra pone en evidencia un desfase entre la cabeza con la que pensamos y el corazón que sigue latiendo en muchas mujeres, hombres y el que anima a la sociedad en su conjunto. Todo un test social del mundo que habitamos. La autora incide en el temaBiografía y Género, trazando un recorrido desde lo personal es político a lo personal es conocimiento (su tesis). «Su trabajo es esencial en orden a que las mujeres podamos ser cada vez más libres», ha escrito C. Amorós.

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Poemas al ritmo de las estaciones, de los días y del amor. De María Antonia Gª de León Álvare

DEL AMOR EN OTOÑO
Otoño anticipado,
«unter den linden»,
la esperanza es la virtud.


El ying y el yang,
tú y yo,
entre hojas rojigualdas.


En Otoño,
florecerán
nuestros haikus.


DEL AMOR EN ENTRETIEMPO
Septiembre incierto,
belleza fugitiva,
máxima transformación.

Engañoso sol
sobre el cadáver del verano:
Septiembre, contraste feliz.

La belleza extraña
de lo que fue y de lo que no es.
Todo lo hago nuevo.

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Leer la sociedad. Columna semanal (de opinión) en Granada Digital

Día de la mujer: 8 de marzo Ser feminista, no se nace. Se hace. Es un largo proceso de concienciación, de reflexión y, por otro lado, es también un vivir pensando y actuando de ese modo: como una feminista.


Todos los procesos de concienciación (sean de género, de clase, de raza…) son así, construcciones tanto en la mente como en la acción. Me gusta mucho ese título tan explicito de la líder Rigoberta Menchú: “Cómo me nació la conciencia”.


He tratado de ello en mi obra “Rebeldes Ilustradas (la Otra Transición)” (Ed. Anthropos, Barcelona, 2008). En ella aparecen a modo de relatos biográficos (basados en largas entrevistas en profundidad) cómo nos nació la conciencia (usando el título de Menchú) a Celia Amorós, Isabel Morant, Pilar Pérez Fuentes.. y a mi misma. Es un libro muy entretenido de lectura y que ha cosechado buenas críticas. Siempre creí en que era necesario en el sentido de “desacartonar-desoficializar” la Transición Española, darle otras voces que las de siempre, otro tratamiento más lleno de vida que las formulaciones programáticas de los partidos políticos, el discurso puramente ideológico de sus líderes, especie de “espíritus puros superestructurales” que parecieran no comer, correr, hablar, vivir, amar, sólo respirar estrategias y tácticas de Comité (por decirlo entre bromas y veras). Nosotras también hicimos política y estuvimos en los acontecimientos cruciales de ese período, pero la Historia Oficial hace una gran elipsis sobre las mujeres, basándose en este mecanismo burdo: no tuviste cargo,”ergo” no estabas allí; no hay documentación, acreditaciones…, no sales en la Historia. En suma, criterios de selección del Poder obsesionado por el factor político, lo cual descarta enormes dimensiones de lo real.


Desde este eje del poder, eminentemente masculino, y además reforzado por un filtro androcéntrico, he observado cómo se analizaba la Transición en muy diversos Cursos de Verano Universitarios (podría dar ejemplos precisos y documentados) donde todo ponente es invitado por haber tenido un cargo político o sindical, donde las mujeres brillan por su ausencia.


Además de La Transición, en “Rebeldes” relatamos y analizamos nuestros procesos tempranos de socialización de género y, por otro lado, llegamos casi a la actualidad, con el proceso de hacernos académicas, investigadoras, ensayistas. Creo que es una obra muy jugosa. Pero la atención por la triada Biografía, Género y Cc.Sociales es una constante en toda mi obra, por ejemplo es el subtítulo explicito de ese interés, de una obra reciente que se presentó en el Colegio: “Antropólogas, Politólogas y Sociólogas” (Ed. Plaza y Valdés, Madrid, 2009) (con interesantes introducciones de Marina Subirats para la edición española, y de Norma Blázquez para la de México)


Siempre hay que tener maestras (o maestros) en cualquier actividad. No escribo nombres porque las omisiones pueden ser muy injustas. He trabajado mucho en bibliotecas norteamericanas, de Universidades tan formidables y con tantos medios como (UC Berkeley, UCSD, UCSB, Wellesley College…) y la bibliografía anglosajona de Género me ha interesado mucho (de hecho en la última obra mía que te he citado hay muchas referencias a ella y un análisis “ad hoc”). De la bibliografía española, lógicamente y por razón de oficio, tengo cierto conocimiento, por dar algunos nombres (con las precauciones ya dichas) mencionaré la obra de María Ángeles Durán, Marina Subirats, María Jesús Buxó, Celia Amorós, Amelia Valcárcel, entre otras muchas. El término de “maestra” tiene unas connotaciones excesivas para mí.


Como socióloga veo situaciónes de discriminación de género en todo el ámbito social. Pero voy a referirme al ámbito universitario y académico que es el de mi trabajo e investigación. Prefiero la estructura a la casuística. La obra colectiva que dirigí con fondos de un proyecto I+D, “Las Académicas (Profesorado Universitario y Género)”, publicada por el Instituto de la Mujer, cuenta con notables ejemplos de discriminación por género, pero sobre todo describe minuciosamente los mecanismos por los cuales se producen a lo largo de toda la carrera académica, y la tremenda lucha por el poder que es por ejemplo, la obtención de una cátedra. Largo entrenamiento de la masculinidad y, en el lado opuesto, largo desentrenamiento de las mujeres. El Sistema Patriarcal ha hecho bien su trabajo: ha ahormado a los hombres convenientemente para esa refriega. Son centurias de exclusión de las mujeres de la esfera pública, sus pugnas, sus tretas, sus habilidades…, cosas que no se aprenden de un día para otro, como tampoco se tejen redes en poco tiempo, y las masculinas tienen a veces la consistencia “de pactos mafiosos” (Celia Amorós “dixit”). Es asunto largo de analizar aquí.


El cambio social en la condición social de las mujeres españolas ha sido enorme. En menos de 25 años, hemos dicho “adios a las hijas de Bernalda Alba “ como me gusta decir siguiendo el arquetipo Lorquiano (y hemos dicho adios a Pepe , el Romano, macho por el que suspirabamos y nos matabamos, siguiendo con la metáfora).Una auténtica desalienación patriarcal. Ha sido una revolución silenciosa, aunque quede mucho por hacer, por ejemplo , la asignatura pendiente de compartir el Poder en igualdad con los hombres para hacer una vida social mejor, más equilibrada.


Vivimos en unos tiempos revueltos, sumamente interesantes y críticos. Tiempos de acción-reacción, típico comportamiento en todo proceso de cambio social. Se ha escrito en prensa: “el machismo se crece ante la igualdad”.


Por otro lado, es apasionante investigar las identidades de género y sus tensiones, cambios…Es un asunto fascinante. De ello, me he ocupado en mi obra nueva que saldrá para fin de año, bajo este título expresivo, en mi opinión:


”Cabeza Moderna/ Corazón Patriarcal (Un diagnóstico social de género)”. En ella, hay algunas respuestas sobre esos cambios.


¿Las acciones, desde la cultura, a emprender ahora en nuestro país para alcanzar la igualdad real? Está bien acotar así el terreno. Es justamente ahí donde estoy trabajando con otras colegas y profesionales del mundo de la cultura. Hemos creado una Asociación muy activa que se llama “Clásicas y Modernas” (puedes ver en su web las muchas actividades que desarrollamos). En síntesis, actuamos contra la discriminación de las mujeres en los espacios culturales, a los cuales llamo Espacios-Espejismos porque crean esa apariencia de espacios pensados como llenos de mujeres, de fácil acceso, sin embargo, cuando se ojean los sumarios de revistas como (por dar un ejemplo) Claves de la Razón Práctica, o las columnas de opinión de El País (otro ejemplo) o los jurados de los Premios Literarios de prestigio, etc, etc, la presencia de mujeres es escandalosamente mínima. Pareciera que las mujeres no pensáramos. El quid está en que son sitios de prestigio, sitios de poder y en ellos funciona esta significativa aritmética de género que formulo así: a más poder, más hombres; a menos poder, más mujeres. El poder se comporta de forma directamente proporcional con los hombres y de forma inversamente proporcional con las mujeres. Todo ello se realiza a través de complejos mecanismos de dominación social y bajo códigos de dominación patriarcal.


En términos más generales que lo dicho, creo que es muy importante reafirmar a las mujeres en la cultura profesional, que la ejerzan con entusiasmo; el valor del trabajo; hacer crecer a nuestras hijas en un clima de afirmación, de respeto, lejos de la indiferencia (a un destino que no fuera el matrimonio) que ha caracterizado las trayectorias femeninas y provocado tantos fracasos. 



Carnets de género: un diagnóstico sobre la actualidad de las mujeres, hoy
ivimos en un momento histórico de acción/reacción en la lucha de la igualdad de las mujeres, y ahora, el énfasis está en lo último, la reacción.


Como se ha escrito en Prensa: “el machismo, se crece ante la igualdad”. Así, tras unos notables avances de las mujeres, la reacción se rearma con energía y saca del viejo armario patriarcal vistosos “revables”.


De este modo, y sólo son algunos ejemplos,digo:


Nunca creí que los tacones lejanos (Almodóvar dixit) se volvieran tan cercanos, agudos y con 15 centímetros de altura.


Nunca creí que la mujer objeto volviera a tener tal auge y con tales costes de cirugía estética,hoy


Nunca creí que pese a una notable presión política desde el Gobierno y el Parlamento, los grandes periódicos nacionales se aferren a anunciar la prostitución, sin suprimirla de sus páginas, como se le pidió.


Nunca creí que un periódico vanguardista y feminista como el País, con su comprometida página Web de Women, llegase a sacar un suplemento nuevo los sábados, papel “couché” y ultrafeminino que se autodefine como de “contenidos de mujeres”. En suma, por un lado, la WEB radical y progresista “Mujeres”; por otro lado, una especie de “ajournamento” del viejo Hogar y la Moda que leían las señoras bajo el franquismo, que fue, sin duda, el gran imperio de la hiperdomesticidad.


Nunca creí que llegáramos a ver fenómenos sociales como los que resume Gabriela Cañas en esta cita tan acertada:”Así hemos generado un mundo de esquizoides, en el que se invita a las mujeres a estudiar como leonas y vestir como panteras” (El País, 24 de Agosto del 2010).


Pues bien, sobre toda esa plataforma de fenómenos sociales he querido trabajar y emitir el siguiente diagnóstico: Cabeza moderna – Corazón patriarcal, (que da título a una obra reciente mía, publicada en la editorial Anthropos) es decir, una especie de esquizofrenia social que afecta a mujeres, a hombres y a la sociedad en su conjunto.


Ya no seremos más “ las hijas de Bernarda Alba” (cabeza patriarcal, corazón patriarcal, ninguna contradicción, calma chicha de género) ni nos mataremos más por el típico arquetipo del macho, Pepe el Romano.


Pero dicho este adiós a Bernarda y a sus hijas, la épica feminista no ha hecho más que cubrir una segunda etapa del Gran Giro que debería producir un Estado civilizatorio, igualitario y beneficioso, tanto para mujeres como para hombres y la sociedad en su conjunto.


No hay que cejar en el empeño personal y colectivo. La nostalgia del Patriarcado acecha a las mujeres. A veces encontramos jóvenes melancólicas que dicen querer “un novio como los de antes que me traiga flores, se case y me deje estar en casa sin trabajar, si quiero” (entrevista a joven ejecutiva, 21 de Sept. 2010).


Sin duda, el sistema patriarcal ha hecho bien su trabajo a lo largo de centurias de ahormar a mujeres y a hombres. Y reverdece fácilmente.


Este diagnóstico se centra en mis tres líneas actuales de reflexión y análisis:


Primera.-Imágenes patriarcales de género: es decir,una denuncia y crítica de una real violencia contra las mujeres, la violencia estética. Que tiene su alienante correlato en lo que llamo: el peligroso binomio Género y Edad.


¡Ay envejecer bajo el Patriarcado, qué gran alienación para las mujeres! Ergo, qué gran tarea de crítica social y de emancipación.


Segunda.-Biografías de Género, estudiadas ahora desde el histórico eslogan (y sobrepasándolo) de “lo personal es político” al que propongo aquí: “lo personal es epistemológico, lo personal es conocimiento”.Mi creencia sobre los beneficios de la autorreflexión me lleva a aconsejar en talleres o charlas a mujeres: “Tenga un cuarto propio(Virginia Woolf , dixit) pero si no lo tiene, tengan un rincón propio o, al menos, un blog de notas propio”.


He estudiado muchos elementos biográficos de las académicas, pero también de las difíciles identidades de las escritoras, de la dificultad de una subjetividad propia y autonomía personal bajo el Patriarcado. De “las idénticas”, como estatus colectivo de las mujeres, ha hablado Celia Amorós.Ya se sabe, “las identicas” y “sus contenidos de mujeres”, por volver al ejemplo que dimos.


Hasta tal punto me impresiona estudiar las vidas de estas escritoras que las llamo tragedias contemporáneas de Género (Carmen Laforet, Elena Soriano, Clarice Lispector, entre otras).


Tercera.-Por último, me dedico también a mi tradicional línea de investigación sobre mujeres élites profesionales, a las que he dedicado más de tres décadas de investigación (políticas, ingenieras, catedráticas, etc.).


Dentro de este binomio de Género y Poder, en la actualidad trabajo sobre lo que llamo “Espacios Espejismos” ( es decir, ámbitos culturales donde las falsas apariencias señalan que son tierra conquistada por las mujeres, y sin embargo tienen un fuerte filtro androcéntrico, y un efecto de discriminación de las mujeres muy notable.


La épica continúa: así hemos creado una pujante asociación llamada Clásicas y Modernas para dar la batalla en ese terreno, presidida por la novelista Laura Freixas.

viernes, 25 de marzo de 2011

Women without men

Reflexiono y escribo sobre la excelente película que vi anoche: "Women without men". Toda una lección antropológica para el análisis de género. (En preparación)